martes, 12 de julio de 2011


Anatomía de una serpiente
Los órganos abdominales de la mayoría de los vertebrados están agrupados en una cavidad abdominal restringida. En las serpientes están alineados en una cavidad alargada, modificada en función de la extensión de la columna vertebral.
Serpiente engullendo a su presa
Las serpientes, todas ellas carnívoras, se alimentan de un modo peculiar. La mandíbula inferior, formada por dos huesos unidos en la barbilla por un ligamento elástico, puede abrirse para dar cabida a animales enteros, desde ratones hasta animales del tamaño de un ciervo o venado. El roedor de la imagen ha sido engullido con la cabeza por delante, tanto para impedirle morder mientras estaba vivo como para facilitar su paso. Según el tamaño, puede tardar hasta una semana en digerir la presa.

El cuerpo largo y delgado de las serpientes contiene gran número de vértebras —nunca menos de 100 y a veces más de 300—, cada una de ellas con un par de costillas, las dos primeras conectadas a la cabeza. El esqueleto es de estructura ligera y está modificado para permitir gran libertad de movimientos. En particular, las piezas del cráneo gozan de gran movilidad y puede estirarse en varias direcciones, lo que permite a la serpiente tragarse presas grandes en relación con el tamaño de la cabeza y el cuerpo. Esta movilidad puede apreciarse muy en especial en los dos huesos de la mandíbula inferior, que están sujetos al cráneo por un hueso corto y móvil, y unidos en la parte delantera por medio de un ligamento elástico. Ambas mandíbulas disponen de gran número de dientes afilados, similares a agujas, todos ellos curvados hacia atrás, en dirección al fondo de la boca. Están dispuestos en seis hileras paralelas al eje longitudinal de la cabeza —es decir, dos hileras a cada lado de la mandíbula superior y una a cada lado de la inferior—. Excepto en las especies venenosas, los dientes son macizos y son reemplazados cada cierto tiempo. Cuando la serpiente captura una presa, los dientes curvados le permiten sujetarla con firmeza. La presa muere rápidamente y es engullida por movimientos alternos de las hileras de dientes, que hacen que entre en la boca. Cuando pasa a través de ella, la presa queda cubierta de saliva; contrariamente a la creencia popular, las serpientes no cubren de saliva a sus presas antes de metérselas en la boca. La mayor parte de éstas son engullidas rápida y fácilmente, pero una presa realmente grande puede requerir varias horas. Las grandes pitones pueden consumir animales que pesen hasta unos 68 kg, pero se trata de un proceso laborioso.

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